jueves, 11 de junio de 2009

Tejido De Soledad

Me senté a hilar mi soledad
a la pobre luz del ocaso,
con un par de astillas que saque
de mi corazon hecho pedazos.

Y entonces,entre puntada y puntada,
observe en el entramado
un húmedo beso,un ligero rechazo.

Me sente a hilar mi soledad
y obtuve como resultado
tu marcada ausencia.

Me sente a hilar mi soledad
a la pobre luz del ocaso...

Pobre corazon

Sí, lo quise. ¿Y que?
Al final, solo yo sali perdiendo.
Ahora solo puedo evadirlo,
porque lo veo y mi corazón quiere salir a su encuentro.

Pobre corazón mío, que me odia.
No puede entender que es mejor estar lejos,
y evitar ver sus ojos, su sonrisa,
olvidar por completo sus besos.

Pobre corazón, digo.
No puede comprender que no tiene lugar en ese mundo.
Que las caricias, los ojos, las sonrisas, los besos,
van a otro destino, quizas mas dulce, mas lejos.

Pero sí... cada vez que lo veo, mi corazón quiere correr a su encuentro.

¿Como te explico corazón,
que no eres tú su deseo?
Que son otros ojos los que observa,
que no habitas tú su recuerdo.

Y sin embargo corazón, ¿que mas quisiera?
que librarte a tu abandono,
que te abraces a él con fuerza.
Pero es imposible, corazón.
Sólo te evito el daño de la afrenta.
Una vez te entregaste,
te diste sin reserva,
y solo excusas obtuviste a vuelta.
que no eras lo que buscaban,
que no cumplías con la oferta,
así que, entiende corazón,
sólo te evito el daño de la afrenta.

No serás correspondido,
y yo en el dolor,
curaré tus alas rotas cuando vuelvas...

Y limpio tu historia

Desempolve de mis recuerdos
una foto gastada
una noche de luna
un beso fugaz
un abrazo robado
dos minutos de tiempo
una tarde de llovizna
una mañana soleada
unas cuantas lagrimas
muchisimos suspiros
algunos sueños sin cumplir
otros ya cumplidos
y entre tantas cosas que almacene,
durante el tiempo que estuve contigo,
saque tambien tu recuerdo,
lo envolvi con tu abrigo,
le añadi todo lo que pude encontrar
y lo deje a la puerta de mi alma
para que se lo llevara un viento frio...

Tras - tocar

No me dejes caer en este vacío que produce la presencia de tu voz muda .

No dejes que me lleve la marea de este infierno que se produce en la ausencia de la mirada que enseñan tus ojos cerrados.

No sabes la terrible agonía que es vivir en medio de esta muerte que me provoca el tenerte lejos aunque estes entre mis brazos.

Es la ironía de saber que te pierdo aun cuando siento que nunca has sido mío, que todo lo que me has dado ha sido tan real como aquella vez que soñe que dormí en tu cama, cubierta por la fría sensación de tu cuerpo cálido cuando me abandonaba.

Déjame encarcelarme en tus suspiros, que sólo así podré ser libre.

No me pidas que me marche, porque a ti estoy atada, siempre.

No te pido que te marches, porque nunca has venido.